El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, saludó el informe de la ONU que señala abusos de los derechos humanos en la región autonóma china de Xinjiang, y exigió que Pekín rinda cuentas por el «genocidio».
Blinken dijo que Estados Unidos «acoge con beneplácito» el «importante» informe publicado minutos antes de que la alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, quien fue fuertemente criticada por Washington por una reciente visita a China, dejara su cargo.
«Este informe refuerza y reafirma nuestra grave preocupación por el genocidio y los crímenes de lesa humanidad que las autoridades gubernamentales de la República Popular China están cometiendo contra los uigures», dijo Blinken un comunicado.
«Seguiremos reclamando a la República Popular China que libere a las personas injustamente detenidas, rinda cuentas por los desaparecidos y permita a los investigadores independientes el acceso completo y sin obstáculos a Xinjiang, el Tíbet» y a todo el país, dijo.
El documento de la ONU detalló una serie de violaciones de derechos humanos, incluida la tortura y el trabajo forzoso contra los uigures y otras minorías, en su mayoría musulmanas.
Según sostiene, China puede haber cometido «crímenes contra la humanidad», pero no llegó a calificar de «genocidio» su trato a los uigures, una acusación formulada desde principios de 2021 por Estados Unidos y retomada desde entonces por varias otras naciones occidentales.
AFP.