Estados Unidos hizo un llamado a la comunidad internacional para apoyar a Haití, sin comprometerse a liderar la fuerza de intervención que pide la ONU para este país asolado por la violencia.
El secretario de Estado, Antony Blinken, participó en la cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom) en Trinidad y Tobago, de la que Haití es miembro, y sostuvo además una reunión con el primer ministro Ariel Henry.
«Estados Unidos apoya firmemente al pueblo haitiano en estos momentos tan difíciles», dijo Blinken a Henry. Pero «es imperativo que la comunidad internacional se una para apoyar a Haití».
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Haití, el país más pobre del hemisferio occidental, se ha visto devastado por las crisis coyunturales de seguridad, política y salud, y ahora por las bandas armadas que controlan buena parte de la capital.
La jefa de Unicef, Catherine Russell, dijo la semana pasada que la situación en ese país «nunca ha estado tan mal», citando casos de niñas violadas y niños reclutados por las bandas criminales.
«El país sufre actualmente violencia e inseguridad alimentaria, y existe una preocupante crisis humanitaria», dijo Henry, cuya legitimidad está cuestionada pues fue designado apenas 48 horas antes de que el último presidente, Jovenel Moise, fuese asesinado en julio de 2021. El país no celebra elecciones desde 2016.
«Su ayuda en materia de seguridad y ayuda humanitaria es inestimable para Haití», siguió el gobernante. «Hemos venido a buscar el apoyo de Caricom, y necesitamos su apoyo en este proceso».
«RESTAURAR ORDEN»
Henry ha pedido una intervención internacional desde hace casi un año, una propuesta que ha recibido el apoyo de la ONU.
Pero ningún país hasta ahora se ha declarado dispuesto a liderarla.
Brasil y Canadá son los más implicados en las discusiones, pero Estados Unidos respalda más bien el reforzamiento de los cuerpos de seguridad locales.
«Apoyamos firmemente a la Policía Nacional haitiana en su esfuerzo por combatir la influencia de las pandillas, mantener la seguridad básica y prevenir la violencia comunitaria a largo plazo», reiteró Blinken en la reunión.
En su participación en la plenaria de la Caricom, Blinken dijo que «Estados Unidos comparte el compromiso sentido en toda la región de ayudar al pueblo haitiano a dar forma a su futuro para restaurar el orden democrático del país a través de elecciones libres y justas».
«Los haitianos no pueden lograr estos objetivos críticos sin seguridad», remarcó, apoyando la intervención pero sin comprometer a Estados Unidos a liderarla.
El jefe de la ONU, Antonio Guterres, dijo el lunes que seguirá «presionando» por una fuerza de seguridad para derrotar a las pandillas.
«Los desafíos que vemos en Haití requieren un mayor compromiso y una mayor solidaridad», reclamó Guterres, que también asistió al encuentro de la Caricom, que celebró su 50 aniversario.
Su propuesta recibió el apoyo de los países miembros del bloque, que piden que Francia, Estados Unidos y Canadá financien el restablecimiento de la estabilidad en Haití durante los próximos dos años.
«Tiene que haber una Resolución de Seguridad de la ONU sobre este asunto para que podamos conseguir una coalición de naciones dispuestas a apoyar al gobierno haitiano y al pueblo haitiano para hacer frente a la crisis humanitaria y de seguridad», declaró el primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerritt, que preside la Caricom, en rueda de prensa.
TAMBORES METÁLICOS
La agenda de Blinken incluye el jueves un encuentro con el primer ministro trinitense, Keith Rowley, antes de partir a Guyana, donde permanecerá unas horas.
Blinken también elogió la «asociación» entre Estados Unidos y los países de la Caricom, al tiempo que subrayó la necesidad de ayudar a las islas a hacer frente a las consecuencias del cambio climático.
El funcionario, guitarrista aficionado, se dio el gusto de empaparse de música caribeña visitando una famosa orquesta de tambores metálicos (‘steelpans’), que fueron orginalmente fabricados en bidones de petróleo y hoy representan un orgullo de Trinidad y Tobago.
AFP